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IGLESIA DE XEMEIN

El templo de Santa María de la Asunción de Xemein fue creado en el siglo X, siglo de propagación del cristianismo y de fundación de pequeños monasterios. Hasta la fundación de la villa de Markina (1355), los patronos de este monasterio eran las casas de Barroeta y Ugarte, ambas de Xemein. Estas familias ocupaban en la iglesia los asientos principales y cobraban parte de sus diezmos. En el siglo XIV (1355), al fundarse la villa de Markina, en su carta puebla o carta fundacional se dice que el monasterio de Xemeingan sería común a la villa de Markina y a la anteiglesia de Xemein. Con la entrada de la villa en el patronato comenzaron las controversias, pues las casas de Barroeta y Ugarte alegaban su totalidad. Estas disputas obligaron a la villa a edificar la iglesia de San Pedro de Elizabarria. Los conflictos sobre el patronato se fueron sucediendo posteriormente. En el siglo XVII, la mitad del patronato la disfrutaba la villa de Markina y la otra mitad, las casas de Ugarte y Barroeta, patronatos estos que más tarde pasarían a la casa de Peñaflorida.

La fábrica de la iglesia de Xemein se desarrolló en el siglo XVI y en ella intervinieron los maestros Martín Albisua, Rodrigo Albiz, Miguel Elorriaga, Juan Emasabel y el carpintero Pedro Andrino. En el siglo XVII se construyeron los complementos del templo: el coro, la sacristía y la torre. El coro alberga el órgano (1910), obra de la casa Amezua. Debajo del coro hay imágenes del Sagrado Corazón y de la Virgen del Rosario. La iglesia de Xemein alberga, asimismo, los sepulcros en piedra de las familias Mugartegui y Peñaflorida, y la capilla de Gaytán de Ayala, con una Virgen del Pilar y el emblema de la familia en la reja.

La primitiva sacristía estuvo detrás del altar mayor, pero en el siglo XVII, por problemas de espacio y de humedad, se comenzó a construir la sacristía que hoy conocemos. En su ejecución intervinieron los maestros Gaspar Balzola, Martín Ibarluzea y Lucas Longa. En cuanto a la torre, la comenzó a edificar en 1625 Juan de Urizar Zabala; sin embargo, al no gustar su proyecto, Urizar mismo llevó a cabo el diseño presentado por Juan de Aguirre. Es de dos cuerpos, de piedra arenisca, rematada por un chapitel y una cruz.

Declarada Monumento Nacional de Euskadi, pertenece al modelo de iglesia salón o hallenkirche, como se denomina en Alemania: presenta una planta rectangular de tres naves separadas por seis columnas de caliza; los muros en la parte exterior son de sillería caliza, mientras que el interior aparece enlucido; la bóveda es de crucería estrellada con combados. Tiene dos accesos: uno, en arco de medio punto adovelado en la fachada oeste, y el acceso principal, en doble arco precedido de un pequeño atrio, en la sur. En lo que a contenido mobiliario se refiere, destaca el retablo mayor de estilo renacentista. Fue realizado en la primera mitad del siglo XVI y está estructurado en un banco, cuatro pisos, tres calles y cuatro entrecalles. En su ejecución debieron de intervenir varios autores.

Lectura del retablo (de izquierda a derecha y de abajo arriba):

Banco: Donantes masculinos y ángel presentador; lamentación sobre Cristo muerto: Sagrado Corazón de Jesús; relicario y sagrario; María Magdalena; presentación en el templo y donantes femeninos.
Primer piso: La coronación de espinas; Nuestra Señora de Xemein, sobre fondo barroco —obra de José de Arroquia de 1734—; y caída de Jesús camino del Calvario.
Segundo piso: La natividad; cartela con anagrama de la Virgen y una corona; y la circuncisión.
Tercer piso: La visitación; lamentación sobre Cristo muerto; y la adoración de los Reyes Magos.
Cuarto piso: La anunciación; la asunción-coronación de la Virgen; y la purificación.

Remata el retablo la representación del Calvario.

A la izquierda del retablo mayor se pueden observar otros dos: el de san Francisco de Sales, del siglo XVIII, con lienzo de santa Teresa en el ático, y otro del siglo XVII, obra del arquitecto Hilario de Zabalaga que acoge la escultura de san Pedro, imagen que procede de la desaparecida iglesia de San Pedro de Elizabarria, y, en el ático, lienzo de san Francisco Javier. Asimismo, a la derecha del retablo mayor hay otros dos más: el realizado en el siglo XVII por Hilario de Zabalaga que acoge la escultura de la Virgen de los Dolores, y en el ático, lienzo de la Dolorosa; y el de las Ánimas, del siglo XVIII, con lienzo de san José en el ático.

Xemein Hiribidea, 25
48270 Markina-Xemein

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CEMENTERIO DE XEMEIN
Adosado a la iglesia de Santa María de Xemein, encontramos el cementerio. Construido bajo el marchamo neoclásico y siguiendo las ideas renovadoras de la Ilustración, se edificó en las afueras de la población procurando unas precauciones higiénicas y sanitarias. En el lugar que ocupa el actual cementerio, a comienzos del siglo XIX había sepulturas. Sin embargo, el cementerio que hoy conocemos es de mediados del XIX. Fue trazado por el arquitecto Mariano Lascurain y construido por José Sodupe y Pedro José Loyola. En 1849 se compraron los terrenos y en los años 1850-1851 se procedió a la construcción. Tiene forma rectangular, con una galería de columnas y una capilla en la cabecera con un Cristo romanista. El acceso principal traza la línea divisoria del cementerio en dos partes iguales. Asimismo, al cementerio se puede acceder desde la iglesia y desde el aparcamiento municipal. En un principio, el lugar de enterramiento debió de ser el espacio porticado, y más tarde pasó a la zona descubierta, en la que destaca el mausoleo de José María de Munibe, XI conde de Peñaflorida. Las expresiones neoclásicas las podemos ver en el acceso principal, en el mausoleo de Munibe y en el vestíbulo que precede a la capilla. En ellos se aprecian elementos neogriegos (frontón triangular, columnas y acróteras en sus ángulos) y neoegipcios (formas que recuerdan las portadas de los templos egipcios, pilonos). Asimismo, la galería de columnas recuerda el modelo de vivienda romana. Está declarado Monumento Nacional de Euskadi.
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ERMITA DE SAN MIGUEL DE ARRETXINAGA.
Situada junto al Camino de Santiago en el lugar donde confluyen los ríos Artibai y Urko. Próximos a la ermita se encuentran el antiguo ayuntamiento de la anteiglesia de Xemein, en el n.º22, y el probadero con las piedras de arrastre. Etimológicamente Arretxinaga significa «lugar o sitio donde yacen o están echadas las piedras». Arri, harria, «piedra»; etxi de etzin, etzan, «yacer, echarse, tumbarse» y el sufijo locativo -aga, «lugar de». Esta interpretación describiría el fenómeno geológico que guarda la ermita y que tanto llama la atención. Dicha manifestación geológica, denominada en Mineralogía proceso hidrotermal y que tuvo lugar hace unos 40 millones de años, acoge al santo titular, el arcángel san Miguel. El santo empuña la lanza contra el demonio que tiene a sus pies en forma de dragón u otro animal fantástico. De planta centralizada con forma de hexágono y un único acceso adintelado, está rematada por una espadaña. El origen de esta ermita está ligado a la corriente espiritual que se desarrolló en la Alta Edad Media. En la Baja Edad Media, cuando se fundó la villa de Markina en 1355, se decía que la iglesia de Xemein había quedado abandonada porque sus feligreses frecuentaban otro recinto religioso, tal vez el recinto de Arretxinaga. En 1451, en un pleito sobre jurisdicción que tuvo la anteiglesia de Xemein con la villa de Markina, se menciona la existencia de la ermita. Asimismo, en 1541, se hacía constar que la fundación de la ermita era inmemorial y que había tenido ermitaños y entonces tenía freilas (religiosas de orden militar) que cuidaban de ella. El 17 de agosto de 1626 se consagra solemnemente el altar de san Miguel, por considerar que el santuario de Arretxinaga tenía gran semejanza con el del Monte Gargano en Apulia (Italia), y éste se encontraba bajo la advocación del arcángel san Miguel. En 1631 no había ermitaños ni freilas, pero seguía existiendo la casa destinada a su habitación. En 1734, la anteiglesia de Xemein determinó reedificar la ermita porque su fábrica amenazaba ruina. Presentó proyecto P. B. Villarreal de Bérriz (1669-1740), pero se llevó a efecto otro diseño, y la ermita se inauguró en 1741. En 1893 se hizo un retejo general. En 1894, el arquitecto Pedro José de Astarloa presentó el presupuesto aproximativo de las obras de conservación y compostura; sin embargo, se dio preferencia a la restauración de las imágenes. Las imágenes y altares —hubo varios— fueron pintados en 1895 por un vecino de la villa, Ramón de Ubera, siguiendo las condiciones establecidas por la junta de fábrica. El día 29 de septiembre, festividad del santo titular, a las 12 de la noche, el grupo de danzas de la localidad, Zerutxu Dantza Taldea, baila el tradicional Mahai Ganeko (Sobre la mesa). El estado actual que presenta el conjunto de Arretxinaga se debe a las obras de remodelación llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Markina-Xemein y la Diputación Foral de Bizkaia.
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TORRE BARROETA Y ERMITA
Torre medieval modificada en los siglos XVI y XVIII, fue, sin duda, una de las más importantes de la merindad de Markina. Sin olvidar su capacidad defensiva, fue, al mismo tiempo, sede y residencia de la familia; desde ella controlarían la ferrería, el molino, el puente, la ermita, los campos de labranza y los prados, de los que extraían un rendimiento económico y social. De volumen cúbico y cubierta a cuatro aguas, a pesar de los añadidos que han afeado su imagen mantiene las troneras, las ventanas geminadas y los dos accesos en arco ojival. Al igual que su linaje rival, el de Ugarte, tuvo patio de armas. Vinculadas a la torre están la ermita de San Joaquín y Santa Ana, de estilo barroco con fachada de sillería, pequeño pórtico sobre dos columnas toscanas y lienzo de los santos titulares entre su contenido mueble; la ferrería de Olazar, próxima al río Artibai y vecina del caserío Oxillain, que mantiene parte de sus dependencias, hoy consolidadas, pero que no conserva, por el contrario, ningún elemento mecánico; y el molino de Oxillain, desaparecido en las inundaciones de 1983. Cercana a estas instalaciones, visible desde el aparcamiento del campo de fútbol, se encuentra la presa de Oxillain. Es una presa de dos arcos diseñada por P. B. Villareal de Bérriz (1669-1740), personaje preilustrado y pionero en la construcción de presas de arco. Desde la presa vemos Torrezar (barrio Atxondoa). Se alza sobre roca y, como su nombre indica, es una de las más antiguas del municipio. La primitiva torre ha sido alterada con el añadido de otro volumen de dimensiones similares.
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